El taller de orfebrería: lugar donde nace la magia
Al contemplar una hermosa pieza de joyería, pocas veces nos detenemos a pensar en el sitio donde ocurre la magia, es decir, el lugar en donde fue creada; pues recordemos que las condiciones del taller de orfebrería juegan un papel muy importante para que dicha pieza sea de la mejor calidad.
El taller de orfebrería es un santuario de creatividad y habilidad manual, pero ante todo es también un lugar de trabajo, por lo que es esencial que se encuentre en una habitación bien iluminada, con una mesa espaciosa y limpia para trabajar; así como varias herramientas, las cuales, una a una, se van volviendo las estrellas de la escena conforme cada pieza es creada. Y finalmente, medidas de seguridad para evitar accidentes. Además, no pueden faltar las materias primas necesarias para dar vida a cada creación
En cuanto a las herramientas, un taller de joyería debe contar con una amplia variedad de ellas: y así es como la mirada en busca de los utensilios ideales va recorriendo el lugar y se encuentra con pinzas, limas, arcos con seguetas, lupas, sopletes, fresas, laminadoras, básculas… Y tornillos o placas como muestra de un amplio imaginario de objetos del mundo, adaptados como herramientas que vuelven especial a cada una de las piezas
Y la plata que es nuestra especialidad junto con las piedras preciosas o semipreciosas, son por lo general las protagonistas del taller y todo gira en torno a ellas hasta que finalmente las hacemos brillar.
Y por supuesto, están presentes en todo momento la imaginación y las manos de quien se encarga de diseñar y crear las piezas, que junto con las de otros joyeros, son los artífices de cada una de ellas. Así pues, para crear joyería con un amplio significado artístico, es indispensable contar con un espacio íntimo que posibilite la comunicación con los materiales.
Las manos son sin duda, la herramienta más eficaz y la verdadera esencia del taller orfebre.
Esto es lo que te comparto: poder sentirte bella y única con mi joyería, con la convicción de que vengo a crear ilusión con el corazón.
