La orfebrería es tan antigua como la sociedad misma, si bien todo comenzó cuando los metales comenzaron a golpearse con una piedra, las fundiciones, hornos y técnicas llegarían muchos siglos y milenios después.
La filigrana es una técnica que puede rastrearse hasta las primeras civilizaciones; consiste en usar finos hilos de metal y, a partir de ellos, tejer entramados complejos. Su grado de belleza dependerá del maestro artesano; entre los trabajos más famosos destacan los árabes, que tejían hilos de oro a las telas con diseños geométricos.
Casi todas grandes gobernantes usaron esta técnica para ornar sus palacios, alabar a sus dioses y agregar a sus vestimentas; en la actualidad ya no está reservada sólo para los reyes y la aristocracia, y puede encontrársele en bellísimos aretes y arracadas.